Internet, Gloria y pesadilla

Siempre me he preguntado, ¿todas las personas han pasado por las mismas etapas de aceptación por las que he vivido? Y de qué forma. Un largo periodo de “dispensabilidad”, seguido de una oleada de disconformidad, aplacada por una avalancha de persuasión, que finalmente acaba por derribar mi prejuiciosa terquedad; son los pasos preliminares en la creación de una fuerte dependencia a lo que una vez creí innecesario.

Tal vez, tenga serios problemas con el cambio, en especial cuando quiebran mi estructura de cotidianidad, sin embargo; son más impresionantes mis cualidades para dejar de lado lo que alguna vez fue y arraigarme a lo que ha llegado; una vez acepto la realidad de las cosas, mirar al pasado me torna purpura por mas apego que le haya tenido en su momento. Esto no quiere decir por tanto, que no continúe tercamente apegada a mi estado actual, esperando al futuro y las nuevas cosas que traiga consigo, con ansias; es más, ahora más que nunca espero el mañana demore más de 24 horas.

El hoy ha traído consigo experiencias que no podría siquiera haber imaginado en el pasado, la información desborda de forma nunca antes vistas, y de maneras que realmente quieren ser vividas. Las mentes curiosas y ávidas en la búsqueda de información se encuentran en clímax; uno que durara solo en lo que el hoy llegue a crepúsculo, y sea necesario pensar en el amanecer del mañana; sofocados por las ataduras que les trae la noche.

Yo por mi parte, discrepo de estos que presumen de ávidas e insaciables mentes cuya capacidad de aceptación es veloz; tanto como sus fugases intereses por lo que fue en un tiempo novedoso. A mi parecer, es de mayor productividad vivir las etapas de aceptación como son debidas, largas y tortuosas, sin prisa, y vivir con mesura el hoy. Después de todo nada bueno llega de la prisa, es la tortuga quien vive más de 100 años.

Ana María Núñez Peña. ¨Miaunita¨ -(>.<)-

lunes, 13 de febrero de 2012

¿Qué hace que un sitio web funcione?

Te has preguntado el porqué del impacto que causan algunos sitios web en nosotros? O del por qué preferimos ingresar a ciertos sitios sobre otros así ofrezcan los mismos servicios? Que hace que tengamos cierta predilección sobre algunos sitios entre los miles que existen en la red?

Esto se debe principalmente por la identificación que sintamos con el sitio en particular; la forma en que intuitivamente podamos ser capaces de acceder a su contenido; de que en general su estructura fluya con normalidad para nosotros.

Y ¿Cómo logramos esta conexión con el usuario?; por imposible que parezca no es una utopía el aspirar tener un sitio capaz de conectarse con el usuario; lo único que se necesita es ponerse en los zapatos de este y velar por sus necesidades. Solo así será posible llegar a ser un verdadero productor de sitios webs, cuyos proyectos realmente funcionen y le den las herramientas al usuario para navegar sin problemas.

Para llegar  ponerse en el lugar del usuario es necesario que deje de lado su faceta como productor web y retomar su faceta de consumidor; el mejor productor de sitio web es un consumidor con experiencia. Debemos convertirnos en los más duros y críticos consumidores de sitios web que sea posible. Determinar que nos gusta y que nos saca de quicio, y por qué. Cada sitio web requiere una arquitectura diferente, diseñado con sus usuarios y usos particulares en mente.

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